MUÑECOS CHILENOS A LA MECA DE LAS MARIONETAS
Por Marcelo Lara / La Nación
Las compañías Maleza, Periplos, OANI y Equilibrio Precario recibieron hace unos días una invitación para participar en 2009, en el evento más importante de marionetas en Occidente. Ahora postulan a Fondart para financiar el viaje.
En 2005, una francesa llamada Magali Battaglia visitó Chile peritando compañías que hicieran trabajos con marionetas para una investigación. En ese tiempo vio el trabajo "Maleza" de la compañía del mismo nombre y se encontró con los colectivos Periplos, OANI y Equilibrio Precario.
Pero lo que comenzó como un asunto académico, se transformó en el sueño de los teatristas de estas compañías, cuando este año, la misma Battaglia, ingresó como productora al Festival de Charleville, el evento para marionetas más importante del mundo occidental, que el año pasado contó con la presencia de 250 compañías y donde sólo el ex grupo La Troppa ha representado a Chile. Los invitó para septiembre de 2009.
"Para nosotros es increíble, pero estamos medio asustados", reconoce Domingo Araya, director de la compañía Periplos. La sensación es similar en las otras compañías y no porque no crean en sus trabajos, sino porque el festival no costea los pasajes de avión.
Por eso los colectivos están haciendo todo el papeleo para postular a un Fondart para Festival. "Si no resulta ahora, alcanzamos a postular en marzo para el próximo Fondart. Y si no, buscaremos las formas de representar a Chile. Es una oportunidad única", dice Muriel Miranda, su par de la compañía Maleza.
La compañía dirigida por Arturo Rossel fue la excepción. Fueron invitados con "Ubú Rey", su próximo estreno programado para enero de 2009. Los demás viajan con obras montadas y que ya han hecho itinerancias.
Es el caso de "Por qué el conejo tiene las orejas largas", obra de títeres que aborda la leyenda latinoamericana del Tío Conejo (una suerte de Pedro Urdemales chileno), estrenada en Castel San Pietro (Italia) en 2001 y que ha girado por Francia, Argentina y España, el año pasado. Por su parte "Maleza" -la obra que en 2006 metió de lleno el stop-motion al teatro en Chile- hizo una itinerancia por el país, la que quieren repetir con su última obra, "El pelícano".
Por último, la compañía chileno-brasileña OANI (Objeto Animado No Idiotizado) ha hecho su trabajo en el país de la samba en los últimos cinco años, pero ha vuelto con "La balsa de los muertos" (2001), basada en la futurista obra del mismo nombre de Harald Mueller, que habla de un grupo de personas que huye de la parte contaminada del mundo a una isla limpia, llamada Xanten: "Lo cambiamos a Chaitén y mira lo que pasó. En las últimas funciones nos preguntaban si lo habíamos cambiado recién, porque al final de la historia esa isla también está contaminada".
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